Lo que más le gusta a Carlos Lugo Reverón de ser un niño escucha es la oportunidad que ha tenido para compartir con sus compañeros, además de todo lo que ha aprendido en los tres años que ha sido parte de la ‘manada’ (niños de 6 a 10 años) de la Unidad 154 de los Boy Scouts of America.
“He aprendido a nadar y a acampar. Además, puedo participar en todas las actividades al aire libre que nos organizan”, dijo el niño de ocho años, con una tímida sonrisa. Pero también, agregó con seguridad, porque “me han enseñado a ayudar a las personas que lo necesiten y a ser honrado”.
A su amigo Ian Torres Figueroa, también de ocho años, le encanta ser parte de la manada porque “hay muchas cosas que puedo hacer cuando nos vamos de excursión, como kayaquear”. En cambio, para Francisco Proskauer, de 11 años y líder de tropa, el ser parte de la Unidad tiene mucho “fun” porque se divierte con sus amigos y aprende.
Ayer, junto a otros niños de la Unidad 154, los tres participaban en un “Open House”, auspiciado por la Universidad Interamericana, con el fin de dar a conocer el programa y reclutar a nuevos miembros que se beneficien de los valores que el escutismo inculca, dijo Reina Mota, presidenta del Comité de padres de tropa, a la que pertenecen niños de 11 a 18 años.
Pero antes de comenzar las actividades deportivas y las charlas de orientación a los padres, los niños se formaron, hicieron sus juramentos, cantaron y bailaron junto a padres y líderes. Una actividad en la que era obvia la alegría y compañerismo entre los niños y sus líderes. Luego, los padres acudieron a la charla de orientación, mientras los niños se reunieron en la cancha para varias actividades educativas.
“La misión es estimular el desarrollo físico, mental y moral de nuestros jóvenes, bajo los principios del escutismo”, explicó Mota.
“Vivimos en una sociedad donde se han ido perdiendo los valores. Pero aquí, aprenden a través de actividades educativas, deportes, campamentos, visitas a lugares de interés, servicios a la comunidad, además de divertirse”, indicó Lugo, quien destacó que han visto el progreso, tanto de su hijo como de los demás niños.
“He visto a Carlos hablar con una seguridad que me deja sorprendida. Entre ellos también descubren sus talentos y se abren a situaciones que de otra forma no conocerían”.